Se encuentra un joven en el confesionario. "Padre, resulta que hace cuatro días fui a visitar a mi novia, pero mi novia no estaba. Estaba su *****, estaba sola, estaba yo solo, estaba la casa sola, estábamos los dos solos, padre, y he pecado".
"Está bien, **** mío, estás perdonado".
"Si padre, pero aún no he terminado. Fui al otro día a ver a vi novia, pero tampoco estaba; estaba su tía, estaba sola, estaba yo solo, estaba la casa sola, estábamos los dos solos, padre, y he pecado".
El cura le repite, "está bien ****, estás perdonado".
"Si padre, pero aún no he terminado. Después, al otro día, fui a visitar a mi novia; estaba mi novia, estaba sola, estaba yo solo, estaba la casa sola, estabamos los dos solos, padre, y he pecado".
Como no escucha al religioso contestarle, sale del confesionario diciendo: "padre, padre", y mira hacia el techo y ve al cura trepado en una lámpara.
"¿Padre, qué hace usted ahí?", le ! interroga.
El sacerdote le contesta: "estoy yo solo, estás tú solo, está la iglesia sola, estamos los dos solos ¡el diablo me baja de aquí!"